El problema de ser mujer y llevar bolso es que nos convertimos en burritos de carga, independientemente de la etapa vital por la que estemos pasando.
Recuerdo que cuando era pequeña y toda la familia iba a alguna parte, era el bolso de mi madre al que iban a parar las botellas de agua, los regalos, los pañuelos, las medicinas, la cámara de fotos de mi padre...Eso sin contar con que tendemos a llenar el bolso de cosas que rara vez utilizamos (cuántas veces me he llevado pinturas para retocarme y nunca he encontrado el momento de hacerlo).
Por suerte, han aparecido los bolsos para hombre, cuidadosamente diseñados para que no les de apuro sacarlos a la calle, y muchos se han apuntado a la moda.
Pero seguimos teniendo un problema, y éste nos afecta a todos por igual: dónde llevar las cositas del bebé.
Porque mira que necesitan cosas, madre de dios. Que si las toallitas, que si los potitos, que si los pañales, que si el biberón, que si el chupete...Parece que estás preparando el macuto para irte a la guerra y sólo tienes intención de tomar el solete en el parque de al lado.
Podríamos utilizar cualquiera de los bolsos que tenemos en casa, pero si buscamos lo mejor para nosotras...¡qué no haríamos por nuestro bebé!.
En esa tesitura andábamos cuando descubrimos la colección de bolsos de Baby Star. Nos encontramos con una colección de charol premium, elegante, cómoda, práctica y asequible a todos los bolsillos.
Yo no me lo pensé y elegí la colección rosa para Sofía. La maleta la preparé con mis cosas para el hospital y el bolso maternal lo llené de todo lo que Sofía necesitaría al llegar: su primer pijamita, la ropita para salir del hospital...
En el neceser puse todos los utensilios para el aseo y el cambiador lo guardé en el bolso maternal junto con el porta-chupete y el porta-documentos. La bolsa panera va en el carro desde el primer día.
Pasado un tiempo, cuando íbamos a hacer nuestra primera salida, rescaté del armario la nevera y el porta-biberones.
¡Como ves, todo muy útil!.
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